31 agosto 2009

29 agosto 2009

Crítica cinemascatológica: 28 semanas después

Como soy hombre curioso y que se presume de mundo aunque sólo lo haya visto de pasada a través de una pantalla en resolución 1280x800, me aventuro en esta ocasión en la crítica cinematográfica más mediática posible. Pero no, no esperéis críticas constructivas. Tengo intención de ragear, imaginar a cada uno de los tatarabuelos de actores y guionistas cubiertos de desagradables néctares mientras escribo y, por supuesto, spoilear hasta la saciedad para los que no hayáis visto la película en cuestión. Y aunque a muchos les pueda sorprender, mi primera andanza en esta tomadura de pelo en la que te cobran antes de ver el producto llamada cine, será con la película 28 semanas después.

Sí, sé lo que pensáis: "¡Pero si es una película de puta madre! ¡Hay zombis zombis y más zombis! ¡Hay explosiones y tías ricas que mueren! ¡Deja de masturbarte, que te estás quedando ciego y no aprecias las películas molonas!", etc. etc. Lo que queráis, pero aquí va el blanco de mi crítica con toda su conclusión: El guión de la película es una puta mierda enlatada comparada con 28 días después. ¿Y por qué, cuál es la causa? Pues todo se va por el retrete con el beneplácito e ignorancia mongoloide del director gracias a los dos protagonistas: niño mamón y niña estúpida (los que no hayáis visto la película miráis los créditos, paso de hacer un copypasta ahora).  Y no sólo por ellos, sino que para hilaridad de un servidor, no sé si de forma intencionada, la película precisamente transmite todo lo contrario de lo que supongo que pretende gracias a estos dos mentecatos. Paso a enumerar una serie de gilipolleces manifiestas que me hacen llegar a tan justificada conclusión.

Resumo rápido: reconstruyen parte de Londres, hay 15.000 personas viviendo allí, llegan los niños de papi y mami prologueros que estaban en España, y todo parece ir bien y felizmente. Pero toda esta paz se turbará gracias a estos dos mongolos. Escenas destacadas:

1) El niño mamón está triste porque no quiere "olvidar como era su madre" (¿¿??) así que la niña estúpida no tiene otra genial idea que saltarse los controles militares para penetrar en zona prohíbida (poniendo en peligro a las otras 14.998 personas por ello) para ir a su antigua casa londinense y encontrar una foto de mami. Seguramente pretendan transmitirnos la ternura del amor de unos niños por su madre. Mal. Lo que nos transmiten es que son completamente gilipollas que no tienen ni idea de lo que es un holocausto zombi y de que están poniendo en peligro miles de vidas sólo para que su hermano no se mee en la cama por su mamonería. Bien por ellos.

2) Después de encontrar a mami (sorpresa), los niños son detenidos y mami internada. Asistimos a una cutre-escena en la que los niños le echan la bronca a papi por haberles mentido sobre mamá. ¿Pero qué se creen? ¿Han estado ellos delante de zombis? ¿Se han visto en esa situación? ¡PERO QUÉ COÑO SE HAN CREÍDO PARA PODER INCREPAR A NADIE! Además se ponen exigentes y chulescos, ¿es que no sabéis que habéis puesto en peligro la vida de miles de personas para además atreveros a abrir la boca? Os tenían que haber puesto cloroformo para una semana, capullos.

3) La enfermedad se extiende por culpa de mami, el cachondo del papi y, en última instancia y no lo olvidemos, por la insensatez de los niños que les dio por dar una vueltecita por zona contaminada. De momento lo más destacable es que los niños se separan y, mientras hay infectados matando gente, tenemos que soportar las exigencias, capulladas y ataques histéricos de la niña estúpida para "encontrar a su hermano". Vale, el ejército está disparando a diestro y siniestro, la gente muere, hay infectados y tú, niñata, te pones a comerle la cabeza a los que intentan salvarte por el puto niñato de tu hermano. Bien por ti, me encanta tu comprensión de la situación.

4) Otra escena es esa en la que hay un tirador en un tejado y el recién creado grupito que intenta sobrevivir a la masacre tiene que cruzar una calle. Vemos como, en medio de una acalorada discusión en la que se intenta que un mancebo haga de cebo para el tirador, el niñato mamón cruza la calle intentando hacerse el protagonista. ¡Oh, mi héroe, que valentía! Seguro que eso pensó el director que pasaría por la cabeza de sus alelados clientes. Pues maldito niño de los cojones. Le podían haber matado haciéndose el protagonista cuando nadie se lo ha pedido. ¡Nadie! No, no eres valiente, eres un jodido capullo insensato, como bien se verá más adelante.

5) Papi, que es un zombi, persigue a sus dos hijitos con el fin de darse un buen banquete con carne tierna de prepúber. Muerde al niño mamón y al final acaba muerto por la niña estúpida. Se supone que el niño debería convertirse en un zombi peeero, tachán, tiene la misma anomalía que su madre y SÓLO (como si fuera poco) es portador del virus. Pero el colmo llega cuando su hermana downiana le dice que "no está infectado" (¿¿¿???) y ale, todos tan contentos. Sería para que no sufra, que hermana más tierna y considerada. Los valores de la fraternidad siempre prevalecen. Si con ello pones en riesgo mortal a toda la humanidad, qué cojones, lo bonito prima en el corto plazo.

Como era de esperar, después de todas estas gilipolleces acumuladas, sólo los niñatos quedan vivos (las 14.998 personas de Londres, gracias a ellos, mueren) y por su retardez crónica acaban extendiendo la enfermedad por Francia, ergo por Europa, ergo por Asia y África (no es que sea mucha pérdida en los dos últimos casos, pero coño). Como veis, unos angelitos que encarnan la ternura de la infancia ante la carnicería que se vislumbra en su alrededor. Menudos capullos integrales.

En conclusión, la inclusión de estos dos personajes en el guión sólo puede entenderse como un fracaso, ya que intentan transmitirnos siempre unos bonitos sentimientos ligados a ellos que en verdad acaban siendo sólo unas muestras de retardez acumulada ante tanta insensatez, tanto despropósito y tanta imbecilidad condensada que en vez de apiadarnos de ellos, nos acaban entrando unas ansias homicidas hacia sus personas que crecen a un ritmo exponencial mientras la película avanza. Los angelitos logran que más de la mitad de la humanidad sea condenada por su estupidez e infantilidad, y además debemos verlos con buenos ojos. Que le den por culo al puto guionista que le dio por pensar así, seguro que era igual de retardo (y quizá hasta más joven) que los dos niñatos que encasquetaron en la peli.

Lo bueno: La vi en internet, así que al menos me llevé el gran cabreo con los 6 € o más que me hubiera costado la entrada. Viva la tecnología.